El Nacion y aquellos pedantes viejos recuerdos

De vez en cuando me toca ir al bco y comerme con cucharita de goma una cola complicada y desopilante, complicada por que los cajeros laburan a dos por hora y se les nota en la cara y en los movimientos las pocas ganas de laburar, y desopilante por la magnitud de la cola a raíz de las “no ganas de trabajar”…

Hoy fue uno de esos días…atrás mío venían hablando dos señoras mayores q por como se “ponían al día” desde cero respecto a sus vidas, era evidente que se conocieron ahí mismo en el Nación y de yapa como toda mujer en edad avanzada para colmo, les resulta imposible mantener la lengua quieta y mas si se trata de tener unos setenta y pico de años…mucho tiempo de sobra y mucha información para intercambiar, desde luego, estas mujeres no dudaron en sobrellevar la espera contandose pizpiretamente la vida que llevaron y llevaba cada una como si en realidad se conocieran desde siempre y no tuvieran ningún secreto que guardar. Es increíble como la gente grande suele hablar de hace 30 años atrás como si fuera ayer y pensar que ni siquiera me asomaba desde las entrañas de mi vieja.,para ellos 30 años no es nada con 70,80 a cuestas…y bueno imaginate que con dos señoras de este calibre atrás tuyo vos te enteras desde que color de tintura usan hasta de cómo falleció el marido y en que condiciones. Al principio el cotorreo incesante molestaba mis oídos, esa competencia absurda entre dos personas de contar primero sus vivencias interrumpiendo al otro sin escucharlo demasiado me jodia algo bastante, ya que ambas elevaban la voz, después y a la merced del tiempo que indudablemente debía transcurrir en el bco, empecé a entretenerme con sus relatos e historias, una contaba que tenia un dpto en mar del plata pero que ahora con el marido no van por que a ella le gusta variar de lugar a parte por que iban mucho los hijos pero que como no lo alquilaban nunca a gente extraña mantenerlo les salía mas caro STOP. ahí me pregunto…mas caro?, mas barato?, seguro que tienen fortuna ahorrada y el tema de mantener el dpto les hacia cosquillas a los bolsillos…esa maldita costumbre que tienen estos jóvenes de la tercera edad de incautar la plata por si acaso y por eso dejan de hacer los que se les plazque mientras la vida y los huesos se les extingue a toda velocidad, como si se pudieran llevar a su lecho de muerte todas sus pertenencias materiales. Prosigo, estas damitas seguían sacándole punta y punta a sus ya añejadas lenguas y yo moría por darme vuelta y verles la cara, escuchaba a la perfección sus respectivas historias y hasta pude imaginarme cada cosa que contaban pero no podia imaginarme sus caras!, pispeaba por un vidrio que justo había frente nuestro pero aun así la visibilidad exacta de sus fisionomías era escasa…miraba para atrás y las relojeaba pero eran microsegundos por lo que tpco podía saber a ciencia cierta como eran…todo iba bien hasta que al azar optaron por tocar tema “argentinos en Europa”…una decia…

-no, por que en Europa no nos quieren ni un poco, un año que con mi marido fuimos yo me quedaba muda y solo sonreía “asi no se daban cuenta que era Argentina”

Ents ahí se me fue toda la simpatía al carajo, mas que para verles las caras me queria dar vuelta para esculpírselas a puro gargajo, no podia creer lo que estaba escuchando, suerte que al ratin era mi turno a la caja asi que no termine de escuchar en que concluyo su estadia allà por el continente europeo, pero al pasarles por al lado al ya haber realizado la operación les sonrio irónicamente, a modo de hacerles saber que el ultimo relato del libro fue patéticamente concluido…y yo que queria unirme a la charla por cierto interesante hasta esto ultimo claro…

la experiencia te da sabiduria y te agudiza la pelotudez...