Estaba yo en la trastienda esperando a mi par. Avergonzada llamo a la mesera y le pido una lágrima, y digo que me asaltan los cachetes rosados por que no acostumbro sentarme en ningún bar sola a consumir nada…de momento a otro y por cortesía de dicha vergüenza improviso un cortometraje. Yo soy la forajida, la que esta planeando el mejor robo al lugar o el asesinato de alguien al azar, sospechando ents comensales y meseros mi delirante encrucijada, espectando con mayor fervor mis actos y gestos. En el medio de todo el circo le doy el primer sorbo a la lágrima, aprovecho la inclinación de la cabeza para pispiar a los co-protagonistas de mi creación imaginaria y especular al respecto. De sorbo y medio termino la lagrima -nunca entendí como la gente se pide un café y tarda tres horas en tomarlo- entre acción y corte! ents les decia que termino la lagrima, y al gustito de esto último le sumo la ansiedad de prenderme un pucho, pero claro, sé de mi ocasional fumancherismo ents no tengo chispa, ents tengo que volver a llamar a la mesera en busca de mi “cada tanto” deterioro a mis pulmones. una vez terminado el pucho miro al cielo y me percato de que el sol ya se había tomado el bondi, que hora es? Me pregunté incesantemente hasta que me di cuenta que no tenia reloj conmigo ni tpco celular, debería de volver a llamar a la mesera si quería sacarme esa duda dudosamente de encima, se daría cuenta esta vez de mi bandolerismo imaginario? …por que claro, tenia puchos pero no fuego, tenia dudas horarias pero no reloj, tenia frío pero no abrigo, tenia ansias pero solo espera…fin del cortometraje, mi par al llega. Decidimos pasarnos a una mesa situada adentro del lugar por mi no aportación de abrigo…pedimos una cerveza, una picada y me invadió la felicidad, tomados de la mano planificamos nuestra futura convivencia, nuestras metas. Acto seguido pagamos la cuenta, la mesera que tan gentilmente me convidó fuego y me dijo la hora exacta de mi estadía en el mundo olvidó de cobrarme la lágrima…lo dejé pasar, de todas formas la plata no me sobraba en ese momento y seguro a ella no se lo irían a descontar, pensé…
Entramos a la trastienda propiamente dicha y nos situaron fila 7 mesa para 4…empezó a deleitar Fito con toda su presencia rulosamente musical y yo desinhibí las ganas de cantar…la cámara no tenia pilas…y para que? No hay artefacto mejor que la memoria misma para archivar “Fito Páez-trastienda 2010”…
me olvidé de contar que Fito mismo se sumo al cortometraje..solo que me dí cuenta cuando ya estaba fuera de escena y apriori a preparar sonidos y cantares...
