martes, 22 de septiembre de 2009

El Bolichero

La hora pico de un boliche es el claro ejemplo del poder de la elección y el angustioso conformismo.
Que le pasa al macho en celo y a su manada amiga tres de la mañana en su territorio nocturno y de juerga? Divisa. Respira tranquilo al saber que observa a su alrededor cantidad y calidad, tiene el tiempo y la actitud fresca como para improvisar dentro de sus -*tres segundos permitidos- algún que otro chamuyo pobretón e ineficaz que le permitiera copular de manera rápida y sin dudas, insatisfactoria para cualquier hembra.




El depredador macho tira crujidos al son de



“que linda sos mi amor, me das tu celular”



“como te llamas, me das un beso?”



“se me ilumino la noche, bailamos?”



E infinidades de muletillas que claro esta, no alcanza para que esssa feme fatal decida convencida y sin rodeos, primaverear fuera o dentro del territorio recien empezada la jugada. asi que es unnn



Error. Desaprobado. Recursada la materia.



La hembra explosiva y despampanante esta total y fuera de su alcance, esta sensualona muchacha huele su condición de semental fallido y en total apuros, sabe de inmediato que ese muchacho tras su gesto falso desinteresado y su aire despreocupado, no se levanta ni a poner la pava para hacerse un te, ni con un despertador taladrante que no le falla a nadie, ni nunca en la puta vida para que mentir.

Desilusionado, el macho no abandona su cacería no por Dios de que hablas Orlando Bloom?, mas alzado que antes pone 5ta de nuevo y arranca…se va la segunda...la tercera… la cuarta, y así gira en falso hasta las 6 am…., a esta altura está que las pelotas le llegan a las muelas de juicio y el olor a desesperación se da a conocer con mayor intensidad…

Y eh aquí el angustioso conformismo. Ya no divisa ni cantidad ni mucho menos calidad, ya no tiene ni el tiempo ni la actitud fresca, las herramientas de macho suave y paciente que poseía desde un principio se extinguen, siendo estas irremediablemente reemplazadas por frenéticas y salvajes actitudes, recurriendo a frases de suplica con cero contenido de victoria tales como



“dame un beso daaaale, que te cuesta ché y la puta madre que te parió…”

“aaannnda a lavarte el orrrrto, quien te pensas que sos?”

“dale porrrr favor te pido un beso balada, que te cuesta”



(Quedando este muchachón destinado al fracaso sexual en cualquier ámbito fiestero, para toda su patética vida)



y claro. Existiendo la única posibilidad de concretar intercambio de fluidos con las “hembras pasada las 5 am”, hembras que están igual o mas desesperadas que ellos, hembras que rajan la tierra -literal- emiten:



“y dale, vamos no mas al telo de al lado que ya se hace tarde…ahh como te llamas vos che.”





Ahora yo digo, si vez que de la cartilla de posibilidades a tener en cuenta a la hora del embiste NO resulta NUNNNCA, como es que vos, macho inteligente vivaz y ganador, no cambias de guión?



Recomiendo primero, que guardes esos pelos d' pecho -no queremos chaleco de lana en un boliche- segundo, te abroches la camisa -detestamos no solo sentir tu chaleco de lana natural, si no que tambien odiamos verlos brillar en sudor-, y tercero y ultimo, controla a marcela y segui  practicando -frente al espejo como ya sabemos- aquella frase que te lleve a la gloria del desagote casual...






*tiempo aproximado en que tarda en agarrar por sorpresa a su presa y deslisar sus dedos, desde el comienzo de un mechón cualquiera de su cabellera, hasta el final del mismo, justo cuando la mujer acude veloz, al llamado irremediable de la naturaleza.

2 comentarios:

  1. jajaja! Son complicadas te das cuenta?
    Vuelteras!!
    “dame un beso daaaale, que te cuesta ché y la puta madre que te parió…”
    jajajaja esa es posta posta....

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  2. muuuuy bueno!!!
    Saludines!

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y vos de que queresss?